La activación juega un papel crucial en el recorrido del cliente.
Integrar a los usuarios y formar hábitos en torno a la propuesta de valor del producto puede impactar significativamente en la retención de usuarios y el éxito general de los negocios.
La activación es el proceso mediante el cual se forma un hábito en los usuarios alrededor del valor principal del producto durante un período significativo.
Este hábito es esencial para convertir el interés inicial en un compromiso a largo plazo.
La retención podría considerarse como uno de los indicadores de éxito.
Es el resultado de una activación y un compromiso efectivos, y la capacidad de reenganchar a usuarios que dejaron el producto.
Un componente clave de la activación es identificar y fomentar acciones específicas que los usuarios deben realizar regularmente para formar un hábito en torno al producto.
Por ejemplo, en aplicaciones como WhatsApp, Instagram o Duolingo, estas acciones podrían ser el envío de mensajes, la interacción con publicaciones o completar lecciones diarias.
El onboarding es crucial para enseñar a los usuarios a maximizar el valor del producto.
Este proceso incluye acciones necesarias como proporcionar información, invitar a amigos y completar tareas iniciales.
Un buen ejemplo es Slack, que solicita a los usuarios que inviten a sus compañeros de equipo, iniciando así un ciclo viral.
El “momento aha” es cuando los usuarios comprenden por primera vez el valor del producto. Este es un momento decisivo que impulsa el compromiso continuo.
Ejemplos de Momento Aha:
Spotify: El momento en que los usuarios crean su primera lista de reproducción y descubren la personalización de la plataforma.
Dropbox: Cuando los usuarios suben y sincronizan su primer archivo, entendiendo la facilidad de acceso desde cualquier dispositivo.
Twitter/X: El instante en que los usuarios reciben sus primeros seguidores y comienzan a interactuar, percibiendo el poder de la red social para la comunicación.
La activación no es solo un problema del producto, sino un esfuerzo de toda la empresa.
Involucra a todos, desde marketing hasta desarrollo, para asegurar que los usuarios transiten desde la promesa inicial hasta convertirse en usuarios activos y comprometidos.
Identificar acciones clave y su frecuencia es vital para medir el éxito de la activación.
Por ejemplo, una aplicación de fitness podría medir cuántas veces un usuario realiza ejercicios dentro de las primeras semanas para determinar si se ha formado un hábito.
Es esencial mantener esfuerzos continuos para comprometer a los usuarios y llevarlos de vuelta al producto si lo abandonan.
Por ejemplo, las notificaciones de recordatorio de aplicaciones como Spotify o Coinbase ayudan a reactivar usuarios inactivos.
Productos como WhatsApp, Instagram y Duolingo son ejemplos de éxito en la formación de hábitos y retención de usuarios.
Duolingo, en particular, se destaca por su estrategia de retención al mantener a los usuarios comprometidos a través de lecciones diarias y recompensas.
El marketing de crecimiento abarca todas las etapas, desde la concienciación de marca hasta la promoción del producto. La activación actúa como un puente crucial entre la promesa inicial y el uso activo y comprometido del producto.
La activación es un componente vital en el marketing de crecimiento, afectando a todos los usuarios adquiridos.
Para lograr una activación efectiva, las empresas deben enfocarse en formar hábitos, guiar a los usuarios hacia el momento aha y asegurar un proceso de onboarding eficiente.
Soy Magui Viedma
Y hago muchas cosas.
Acá comparto contenido sobre marketing digital, negocios y nomadismo.
📍 Argentina con base en Bulgaria.